Visitamos Sindelfingen, una ciudad pequeña al sur de Frankfurt (3 horas en carro) y muy cerca de Stuttgart (cuna de la industria automotriz alemana) y que destaca por tener, junto con Bremen, la mayor fábrica de Mercedes del planeta. Allí se ensamblan las clases E (sedan y wagon), CLS, S (sedan, coupe y cabrio) y la familia AMG GT, aparte de la exclusiva marca Maybach por lo que ya nos podemos hacer una idea de sus dimensiones. Decidimos tomar el tour que se ofrece para visitantes en donde se puede penetrar en las entrañas de esta maravilla de la industria automotriz mundial.
El tour no tiene costo alguno pero se debe reservar vía telefónica con buen tiempo de anticipación pues es muy apetecido por turistas y entusiastas de todo el mundo. Se ofrece en inglés y en alemán para grupos de máximo 20 personas de lunes a viernes y tiene una duración aproximada de 2 horas. Al llegar a las instalaciones, nos recibió la guía encargada y nos hizo pasar a una pequeña sala donde muestran un vídeo introductorio corto que resalta algunos datos sorprendentes de la planta como la cantidad de vehículos fabricados por día (más de 860), los países a los cuales exportan, la cantidad de trabajadores que allí conviven (más de 25.000), el consumo de electricidad, etc.
Luego de recibir un chaleco reflectivo “VIP” y unos audífonos para poder escuchar todo lo que la guía explicaba, nos embarcaron en un bus para recorrer una sección de la planta pues el tamaño descomunal de esta (2,955,944 m²) hace impensable hacerlo a pie. Pudimos tener acceso a las zonas de: soldadura, ensamble y acabado y en cada una de estas, la tecnología y pasión por la calidad de la “marca de la estrella” nos sorprendió. Fue sobrecogedor y a la vez enriquecedor el poder presenciar unos brazos robóticos de 3m de altura (marca KUKA) haciendo soldaduras perfectas y sin prácticamente algún tipo de intervención humana en el proceso. También nos cruzamos con robots transportadores completamente autónomos, que recorren la planta llevando piezas de ensamble de un lado a otro. Además, la limpieza y perfección de todo el proceso son parte fundamental de la marca y se ve reflejado en su cadena de producción.
Durante el recorrido está completamente prohibido tomar fotos y mucho menos tomar videos de lo que allí se ve, pues son muy celosos y herméticos con la tecnología que allí manejan ya que es diseñada y desarrollada por ellos mismos.
A pesar de que la mayoría del proceso de fabricación y ensamble es automatizado, la etapa final de acabados lleva muchas tareas que son realizadas a mano por operarios con gran experticia y gran pasión por lo que hacen, dándole así al producto final el toque humano que ninguna máquina podrá reemplazar. Mucho de este personal es capacitado en su propio “campus universitario” donde se forman los ingenieros y técnicos en las especialidades necesarias para entrar a trabajar en los diferentes procesos de producción, ciñéndose a los estándares y políticas del grupo Daimler AG.
Aunque es conocida por ser una planta de producción de automóviles, también hay un espacio (Customer center o Kunden Center) reservado para aquellas personas que tienen la disponibilidad de recoger su automóvil nuevo allí mismo, recién salido de fábrica!! Acá, más de 250 vehículos son entregados al día y mientras el cliente espera su nuevo “juguete”, puede adquirir algún suvenir de la tienda de accesorios o complementar su closet con una chaqueta o alguna camisa autografiada por Lewis Hamilton.
En conclusión, la visita a esta maravilla de la ingeniería moderna nos dejó no solo recuerdos muy gratos, sino que nos confirmó una vez más que Mercedes-Benz está a la vanguardia de la producción mundial automotriz, asegurando que sus vehículos sean siempre espectaculares por donde se les mire y, lo más importante: sean los mejores, no por nada sus slogan es “The best or Nothing”. Si usted es uno de los afortunados en poseer una de estas joyas y necesita algún repuesto, no dude en contactarnos pues en PREMIUM PARTS, Mercedes-Benz hace parte de nuestro portafolio.